Querido diario público parte VI

Las cosas brillan y se ven distintas. Hace un tiempo largo que no escribo. Estuve bastante ocupada con temas de estudio y laburo, pero se maneja. Estoy teniendo la suerte de pasar por un momento muy lindo en mi vida. Me siento bien conmigo misma y con el resto.
Miro distinto y siento distinto. A veces pienso que estoy loca. A veces siento que lo estoy, pero te juro... no hay nada mejor que eso. Aprendí y pude ver, que nadie muere por amor. Nadie. La gente pasa con distintos colores y distintas escencias pero nadie cambia a la mia, supongo. Por suerte desde hace un tiempo, puedo verme bien en el espejo. Ya no pienso en lo que me hizo mal. Fue una experiencia más en mi vida, fue una experiencia muy linda y que dejó muchas cosas positivas. Aprendí, de todo se aprende. Que bueno que lo pueda ver así, realmente disfruto esta etapa.
Las canciones de amor que hablan de dolor y decepción ya no me hacen mal. Son solo canciones. ¿Sabés? realmente esperaba que esto pase.Yo sabía, yo sabía que podía. Recaídas... todos las tenemos, pero cada vez son menos y más livianas... mucho más livianas. Ya no me despierto pensando en el, quizá una que otra cosa en algún momento me hace acordar, pero... no, no es lo mismo. No va a volver a serlo jamás. Que bueno, realmente. Superar las cosas de una forma 'sana' deja de lado el reconcor y el resentimiento. Eso es muy positivo.
Ayer me dí cuenta que le decepción se puede presentar de muchas formas. Hay cosas que nunca voy a entender. Y no voy a entender nunca a las personas (la gran mayoría). Habría que mirar un poco más alrededor nuestro, y ver las personas que tenemos al lado. Tratar de valorar, quizá, lo poco o mucho que nos dan... a su manera. Hay cosas que no voy a entender nunca, la decepción que una vez me golpeó y casi me mata. La desilución, que me dejó estupefacta. Nadie está libre de eso, por más buenos que seamos. Nadie.